Azcapotzalco y la independencia de México
Por José Omar Tinajero Morales
Especialista en Historia de México
Agustín de Iturbide al igual que muchos criollos veían con buenos ojos la independencia de México, pero se opuso a las estrategias de Miguel Hidalgo, que no tenía nociones militares y que tanto daño hizo a su entorno y a la causa de la independencia. De hecho don Ignacio Allende, después de la derrota del Puente de Calderón optó por quitar de la dirigencia militar a Hidalgo. Aprehendidos en Acatitan de Bajan y fusilado en Chihuahua, los primeros insurgentes, no pudieron alcanzar el triunfo. De hecho Hidalgo no tenía muy claro hacia donde llevar a la Nueva España si a la autonomía o a la independencia.
La independencia se aplazó por mucho años, sería Morelos y su equipo quienes definirían claramente la idea de independencia y de república, ideas muy avanzadas para su época. Morelos fue derrotado por Iturbide y poco tiempo después el Siervo de la Nación murió fusilado en San Cristóbal, Ecatepec. La resistencia de los insurgentes parecía ya no tener salida después del fracaso de Francisco Xavier Mina, por lo que Vicente Guerrero se defendía en su región, pero sin ninguna posibilidad de lograr la independencia.
La Constitución de Cádiz entró en vigor, por el movimiento de Riego en España y esto generó la oposición de los criollos americanos, ya que iba en contra de su idiosincracia. Entonces en la iglesia de La Profesa se empezaron a reunir varias personas encabezadas por Matías de Monteagudo, rector de la Universidad de México y prepósito del Oratorio de San Felipe Neri. Decidieron que Agustín de Iturbide era la persona idónea para llevar a cabo la independencia de la Nueva España.
El virrey Juan Ruiz de Apodaca nombró a Iturbide para enfrentar a Vicente Guerrero. Sin embargo, Iturbide escribió el Plan de Iguala, que dio a conocer el 24 de febrero de 1821, donde se postulaban las Tres Garantías: libertad, religión y unión, que se plasmarían en la bandera, con los colores: verde, blanco y rojo, respectivamente. Iturbide de una manera muy inteligente, por medio de cartas y del Plan de Iguala, se fue enviando a los diferentes líderes regionales, tanto insurgentes como realistas y logró lo que Hidalgo, Morelos ni Guerrero pudieron: consumar la independencia.
En Texcoco antes de partir a Córdoba para encontrarse con don Juan de O´Donojú nombró comandante a Luis Quintanar, quien había sido realista, pero se unió al Plan de Iguala. Después se unieron las fuerzas de Anastasio Bustamante, que era el brazo derecho de Iturbide. Entre Quintanar y Bustamante se dio una gran amistad.
En Azcapotzalco se daría la última batalla para lograr la independencia de México, el 19 de agosto de 1821. Por las fuerzas realistas estuvo Manuel de la Concha y por los insurgentes: Quintanar y Bustamante.
El 5 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide estableció el cuartel general del Ejército Trigarante en Azcapotzalco.
El 13 de septiembre de 1821, se dio la conferencia entre Iturbide, O´Donojú y Novella, para organizar la entrada del Ejército Trigarante, en la hacienda La Patera, cerca de Azcapotzalco.
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https://issuu.com/cocopin/docs/azcapotzalco100
Especialista en Historia de México
Agustín de Iturbide al igual que muchos criollos veían con buenos ojos la independencia de México, pero se opuso a las estrategias de Miguel Hidalgo, que no tenía nociones militares y que tanto daño hizo a su entorno y a la causa de la independencia. De hecho don Ignacio Allende, después de la derrota del Puente de Calderón optó por quitar de la dirigencia militar a Hidalgo. Aprehendidos en Acatitan de Bajan y fusilado en Chihuahua, los primeros insurgentes, no pudieron alcanzar el triunfo. De hecho Hidalgo no tenía muy claro hacia donde llevar a la Nueva España si a la autonomía o a la independencia.
La independencia se aplazó por mucho años, sería Morelos y su equipo quienes definirían claramente la idea de independencia y de república, ideas muy avanzadas para su época. Morelos fue derrotado por Iturbide y poco tiempo después el Siervo de la Nación murió fusilado en San Cristóbal, Ecatepec. La resistencia de los insurgentes parecía ya no tener salida después del fracaso de Francisco Xavier Mina, por lo que Vicente Guerrero se defendía en su región, pero sin ninguna posibilidad de lograr la independencia.
La Constitución de Cádiz entró en vigor, por el movimiento de Riego en España y esto generó la oposición de los criollos americanos, ya que iba en contra de su idiosincracia. Entonces en la iglesia de La Profesa se empezaron a reunir varias personas encabezadas por Matías de Monteagudo, rector de la Universidad de México y prepósito del Oratorio de San Felipe Neri. Decidieron que Agustín de Iturbide era la persona idónea para llevar a cabo la independencia de la Nueva España.
El virrey Juan Ruiz de Apodaca nombró a Iturbide para enfrentar a Vicente Guerrero. Sin embargo, Iturbide escribió el Plan de Iguala, que dio a conocer el 24 de febrero de 1821, donde se postulaban las Tres Garantías: libertad, religión y unión, que se plasmarían en la bandera, con los colores: verde, blanco y rojo, respectivamente. Iturbide de una manera muy inteligente, por medio de cartas y del Plan de Iguala, se fue enviando a los diferentes líderes regionales, tanto insurgentes como realistas y logró lo que Hidalgo, Morelos ni Guerrero pudieron: consumar la independencia.
En Texcoco antes de partir a Córdoba para encontrarse con don Juan de O´Donojú nombró comandante a Luis Quintanar, quien había sido realista, pero se unió al Plan de Iguala. Después se unieron las fuerzas de Anastasio Bustamante, que era el brazo derecho de Iturbide. Entre Quintanar y Bustamante se dio una gran amistad.
En Azcapotzalco se daría la última batalla para lograr la independencia de México, el 19 de agosto de 1821. Por las fuerzas realistas estuvo Manuel de la Concha y por los insurgentes: Quintanar y Bustamante.
El 5 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide estableció el cuartel general del Ejército Trigarante en Azcapotzalco.
El 13 de septiembre de 1821, se dio la conferencia entre Iturbide, O´Donojú y Novella, para organizar la entrada del Ejército Trigarante, en la hacienda La Patera, cerca de Azcapotzalco.
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